AVES
Filo: Cordados. Clase: Aves
Las aves son animales vertebrados de sangre caliente, es decir, homeotermos. Presentan el cuerpo recubierto de plumas, dos alas y su característica principal es el vuelo.
Se han encontrado 18.000 especies, sin embargo, solo algunas como las palomas o las gaviotas pueden llegar a constituir una plaga molesta para las sociedades humanas.
¿CUÁL ES LA MORFOLOGÍA DE LAS AVES?
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CABEZA: Lo más característico de su cabeza es el pico, modificado según el tipo de alimentación que realice el ave. Además, aquí encontramos dos narinas que les permiten respirar. Presenta también dos ojos compuestos.
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CUERPO: Recubierto de plumas de diferentes tipos. Tienen dos alas que les permiten volar y dos patas que les permiten caminar, recubiertas de escamas.
CARACTERÍSTICAS PRINCIPALES DE LAS AVES
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Las aves tienen el cuerpo recubierto de plumas, lo cual les permite mantener su temperatura corporal.
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Pueden ser carnívoras, herbívoras y omnívoras. Se alimentan así de néctar de plantas, fruta, insectos, peces o incluso de pequeños mamíferos.
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Son animales vertebrados pero sus huesos están huecos, algo necesario para poder volar.
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El aparato digestivo es diferente al de mamíferos, ya que presentan también buche y molleja.
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Su reproducción es muy característica ya que, al igual que los reptiles, ponen huevos. Son ovovivíparos. Construyen nidos para depositar sus huevos y que las crías se desarrollen y estén protegidas una vez eclosionen.
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Suelen vivir con otros individuos, además, migran según la estación del año en la que se encuentren a zonas más cálidas.
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Suelen comunicarse con cantos, llamadas o incluso señales visuales. Para reproducirse pueden llevar a cabo diferentes mecanismos de cortejo bastante llamativos, como en el caso del pavo real.
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Viven en todo tipo de hábitats, desde selvas hasta desiertos o llanuras, algunas son acuáticas, e incluso han colonizado la Antártida, como el pingüino.
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Suelen constituir plagas en zonas urbanas, como es el caso de las palomas, zonas marítimas, como las gaviotas, o en pastos y cultivos. Además, pueden llegar a ser vectores de diversas enfermedades y transmitir parásitos como ácaros, garrapatas u otros microorganismos.
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Sin embargo, debemos tener especial cuidado con ellas a la hora de ejercer un control sobre su población, ya que muchas de las especies están protegidas y son de gran interés en conservación.
