Garrapatas… ¿Pueden ser vectores de la enfermedad de Lyme?
La temática en relación a las enfermedades transmitidas por las garrapatas es una de las más recurrentes en los medios de comunicación actualmente. En esta ocasión, nos gustaría hacer especial hincapié en la enfermedad de Lyme, en la cual estos insectos actúan como vectores intermedios de un agente bacteriano que transmiten a aquellas personas que normalmente han adquirido previamente animales como ciervos, aves o roedores.
¿Qué es la Enfermedad De Lyme?
La enfermedad de Lyme puede contagiarse a través de la picadura de una garrapata infectada, y si no se obtiene asistencia médica puede provocar múltiples problemas de salud. Sin embargo, si se diagnóstica pronto y se toman los antibióticos adecuados, la enfermedad se puede curar completamente.
A pesar de que la cantidad de afectados por esta no es excesivamente elevada aún, la relevancia radica en que es considerada una enfermedad emergente por el Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades, con un crecimiento porcentual de los afectados muy elevado en los últimos años.
¿Cómo se transmite la enfermedad de Lyme?
No todas las garrapatas están infectadas con las bacterias que provocan esta enfermedad, pero estas pueden contagiarse si se alimentan de animales contagiados. Si una garrapata infectada pica a una persona y se encuentra en el cuerpo de esta durante 36 horas o más tiempo, la bacteria sería transmitida.
A la hora de protegerse de esta, lo mejor es evitar el contacto con los escombros de hojas y vegetación. No obstante, si se trabaja al aire libre o se hacen caminatas al aire libre, se pueden proteger de las siguientes formas:
- Usando ropa de colores claros con un tejido ajustado, de esta forma se verán las garrapatas fácilmente.
- Llevando pantalones largos, camisas de mangas largas y zapatos cerrados. También sería idóneo llevar los pantalones metidos por dentro de las botas.
- La enfermedad de Lyme no se contagia de persona a persona al igual que no suele producirse la transmisión de la bacteria de la madre al feto.
- Cerciorarse continuamente de que no hay presencia de garrapatas en la ropa o en la piel descubierta cuando se está al aire libre
- Usar repelente de insectos.
Evitar sentarse directamente en la tierra o paredes de piedras.
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