5 claves para mantener a las cucarachas fuera de la industria alimentaria

Además de ser desagradables, las cucarachas presentan riesgos graves para la salud de los seres humanos. Al entrar en contacto con cualquier producto o equipo de procesamiento de alimentos, pueden transmitir muchísimos tipos de bacterias y enfermedades, incluida la Salmonella. Además, sus excrementos y partes del cuerpo en descomposición contienen proteínas que son capaces de incrementar el riesgo de alergias o síntomas de enfermedades como el asma.

Por eso, es muy importante para aquellas instalaciones donde se procesan o manipulan alimentos la detección temprana de cualquier indicio que ayude a determinar la presencia de una infestación de cucarachas, ya que en caso de no hacerlo se pueden sufrir pérdidas económicas incalculables y sanciones por el incumplimiento de normas sanitarias, además de la repercusión negativa en la reputación de un negocio.

El primer paso para proteger instalaciones y productos es conocer las señales de la presencia de esta plaga. Evidentemente, la más importante es detectar una cucaracha real, pero otra característica muy importante es la aparición de los excrementos (especialmente en áreas oscuras donde suelen esconderse). Sin embargo, los excrementos de ciertas especies pueden confundirse al de los roedores, y para distinguir un tipo del otro es fundamental un servicio de control de plagas especializado como EZSA Sanidad Ambiental.

Otro factor importante pueden ser los huevos de estos insectos, ya que se pueden encontrar adheridos a muebles o electrodomésticos, cerca de lugares de almacenamiento de alimentos y en áreas húmedas y oscuras. Incluso pueden llegar a emanar un olor desagradable.

Por todos estos detalles, es crucial cortar el acceso a zonas oscuras y húmedas, y lo mismo con aquellas áreas donde haya cualquier tipo de alimento. Para esto, se recomienda que se sigan unos simples pasos que pueden hacer la diferencia:

 

  1. Sellar todas las grietas o agujeros que puedan existir desde el exterior de las instalaciones con un sellador adecuado, haciendo especial hincapié en aquellos puntos como tuberías y zonas húmedas.

  2. Ventilar adecuadamente las áreas de almacenamiento y maquinarias para evitar la acumulación de humedad.

  3. Mantener alimentos correctamente sellados y almacenados en recipientes herméticos.

  4. Limpiar las áreas de gran volumen con frecuencia, incluyendo las salas de descanso de empleados, los baños y las áreas del vestíbulo dónde se puedan acumular restos de comida y basura a diario.

  5. Desechar la basura con regularidad y guardarla en contenedores sellados, colocados a una distancia considerable de cualquier entrada del edificio.

 

Las cucarachas son insectos ágiles y resistentes, capaces de adaptarse a distintas circunstancias para sobrevivir. Por eso, es importante seguir todos los pasos anteriormente detallados para reducir las posibilidades de una infestación, aunque para eliminar de raíz cualquier probabilidad es necesario trabajar con una empresa de control de plagas especializada en el tema. En EZSA nos especializamos hace más de 40 años en la realización de inspecciones regulares y en la elaboración de planes personalizados de gestión integrada de plagas, especialmente diseñados para eliminar la causa raíz de cualquier tipo de problema de plagas. Todos nuestros métodos son seguros y respetuosos con el medio ambiente.