Visitantes inoportunas: las moscas
La expresión “invasión de moscas” no se queda pequeña si se tiene en cuenta el nivel de reproducción que tienen las hembras: ponen unos 2000 huevos en toda su vida, que luego se transformarán en larvas cuya principal tarea será comer entre 5 a 14 días. De esta manera, llegarán a su versión adulta después de unas 3 semanas, para vivir durante un mes más en este estado.
Y aquí llegamos a la pregunta que se hace la mayoría: ¿por qué las moscas nos parecen tan desagradables? La respuesta es simple: estos insectos colocan sus huevos en heces o basura, ya que ahí encuentran una gran cantidad de nutrientes para el crecimiento de las larvas.
Esto las transforma en grandes portadoras de enfermedades como cólera, disentería o difteria.
Y como si fuera poco, nos caen mal porque son molestas. Chocan contra espejos y ventanas, y hasta con nosotros mismos. Y, aunque tengan grandes ojos, sucede porque no tienen buena visión. Solamente detectan movimientos y luz, por eso todo el tiempo están atraídas hacia ella.
¿Cómo se meten las moscas dentro de mi hogar/comercio?
Hay múltiples maneras de evitar o disminuir la presencia de estos molestos insectos. Lo más importante es detectar cómo llegan a ocupar nuestro espacio.
Si comenzamos a notar la presencia cada vez mayor de moscas es porque algo no está bien. Suelen meterse a través de huecos en ventanas cerradas, puertas y respiraderos. Si identificamos estas pequeñas “fugas” solventaremos gran parte del problema.
Otra vía de entrada es a través de las frutas, verduras y alimentos que pueden contener huevos. Por eso es muy importante limpiar todo en profundidad, así también se evitan otros factores favorables para su desarrollo como la acumulación de basura con deshechos en descomposición.
Las moscas en exterior
Si el problema es lo mucho que nos molestan cada vez que salimos a dar un paseo o estando en el patio de casa, también hay otras soluciones que podrían ayudar. Por ejemplo, cortar el césped y generando un ambiente incomodo para ellas (suelen estar en la hierba alta) sin olvidar recoger los restos para evitar que se pudran y atraigan a más moscas. También es muy útil deshacerse de fuentes con agua estancada (algo que además previene la aparición de mosquitos) y de restos de comida que puedan quedar en barbacoas.
Siendo responsables y cuidadosos con el medio ambiente, las plagas de moscas en los parques o espacios abiertos de recreación pueden controlarse. Puedes recoger los restos de residuos que tengas a tu alrededor y guardarlos en una bolsa desechable. Los excrementos de nuestras mascotas también afectan, así que lo mejor para todos es recogerlos. Y por último, si llevas comida asegúrate que todo esté correctamente guardado. Así evitarás algunas molestias.
Consejos para evitarlas
- Limpiar: es lo único que te asegurará un alto porcentaje de éxito. Evitar la acumulación de desechos en descomposición, platos sucios o comida.
- Vinagre: el fuerte olor del vinagre las ahuyenta, se puede hervir para usar el vapor como repelente o pasar un paño con vinagre sobre la superficie donde suelen posarse.
- Trampas caseras: la más conocida es la botella cortada, se coloca un poco de agua con azúcar en la base y se pone la parte superior que se ha recortado al revés para que el cuello de la botella esté dentro. Las moscas entrarán y no podrán salir.
- Aceites esenciales: este método se utiliza más en exterior. Consiste en mezclar aceites de lavanda, citronela, eucalipto y pimienta, un poco de aceite vegetal y vodka (si, vodka). Se coloca la mezcla donde no quieras moscas y disfrutas de las fragancias de los aceites.
- Aspiradoras: una pequeña y portátil puede servirte si intentas aspirar moscas en la pared o superficies sólidas. Las que aspires en el aire valen doble.